Control de la aviación general: las administraciones aduaneras de Argentina y Senegal describen los avances del Proyecto COLIBRI
Por Boucar Seck, Primer Teniente, Administración de Aduanas de Senegal y Mauricio V. Jáuregui, Jefe de Aduanas de Bahía Blanca, Agencia Argentina de Regulación y Control Aduanero (ARCA)
El Proyecto COLIBRI, que tiene como objetivo monitorear y controlar la aviación general (AG) y combatir el tráfico ilícito perpetrado a través de la AG en América Latina y el Caribe (ALC), así como en África Occidental y Central (AOC), ha sido implementado desde 2019 por la Secretaría de la OMA, con el respaldo financiero de la Unión Europea (UE).
GA es un término genérico que denota todas las operaciones de aviación civil para fines distintos del transporte comercial (vuelos de aviación deportiva o de ocio, aviación privada, aviación de negocios y trabajos aéreos).
Para permitir que las autoridades administrativas ejerzan el control sobre los movimientos internacionales de aeronaves de aviación general, las legislaturas nacionales generalmente exigen que se proporcionen ciertos documentos, como el plan de vuelo, documentos sobre el estado de la aeronave, documentos sobre las mercancías transportadas y documentos relativos a las personas a bordo y su equipaje.
Sin embargo, la aviación general no está sujeta a los mismos mecanismos de inspección aduanera o policial que la aviación comercial. Las medidas
de seguridad de los vuelos son considerablemente menos estrictas, incluso en zonas tan bien reguladas como los países europeos, lo que dificulta la capacidad de rastrear los vuelos. Además, las aeronaves ligeras a menudo solo necesitan una infraestructura rudimentaria para despegar y aterrizar. Todo lo que se necesita para permitir que los pilotos más experimentados despeguen o aterricen es una franja de terreno llano de unos cientos de metros de largo y unas decenas de metros de ancho.
Esto significa que el tráfico aéreo representa una verdadera oportunidad para el crimen organizado, ya que ofrece numerosas ventajas a los traficantes: se trata de un modo de transporte discreto y rápido que puede utilizar aeródromos más pequeños, donde a menudo no hay fuerzas de seguridad.
Con el objetivo de fortalecer las capacidades de vigilancia y control de este tipo de transporte, el equipo del Proyecto COLIBRI trabaja con cada país socio para:
determinar las necesidades, identificar los equipos y entrenarlos en la recopilación de inteligencia y técnicas para localizar e inspeccionar aeronaves en tránsito en aeropuertos internacionales así como en pequeños aeródromos, e incluso para detectar pistas clandestinas; crear un sistema de comunicación operativo en tiempo real, que facilite el intercambio de información a nivel nacional e internacional; llenar y utilizar una base de datos geoespacial que contenga las observaciones, registros y controles realizados en las aeronaves y que sirva de base al Geoportal, que es una herramienta cartográfica que permite visualizar todos los datos recogidos en campo mediante un mapa (véase el artículo publicado en octubre de 2021); Realizar operaciones periódicas de vigilancia y control en las distintas regiones involucradas en el proyecto para evaluar y fortalecer los mecanismos utilizados.
En este artículo se recopilan los comentarios operativos de los puntos focales del Proyecto COLIBRI en las Administraciones Aduaneras de Argentina (ARCA) y Senegal. En particular, se les pidió que explicaran el impacto del Proyecto COLIBRI en términos de una mayor conciencia entre los funcionarios de aduanas y otras autoridades encargadas de hacer cumplir la ley sobre la amenaza que representa el GA, las capacidades para combatir el fraude y el crimen organizado transnacional, el nivel de cooperación interinstitucional e internacional y el papel de las aduanas para garantizar la coordinación entre las fuerzas de seguridad.
LA PERSPECTIVA DE BOUCAR SECK, PRIMER TENIENTE DE LA ADMINISTRACIÓN ADUANERA SENEGALESA
La Administración de Aduanas senegalesa, principal organismo administrativo encargado del control de las aeronaves privadas, inicia los controles de este medio de transporte en colaboración con otros organismos administrativos cuya intervención se solicita por diversas razones; recibe los planes de vuelo y las autorizaciones de aterrizaje de los servicios de control del tráfico aéreo y de las Fuerzas Aéreas, así como los registros de entrada y salida de pasajeros de la Policía de Fronteras.
Sin embargo, hasta ahora, los servicios encargados de hacer cumplir la ley, en particular la Administración de Aduanas, cuya prioridad principal sigue siendo la recaudación de ingresos, no han mostrado demasiado interés por la vigilancia y el control de la AG. La labor realizada en colaboración con la Administración de Aduanas francesa desde 2012 en el marco del proyecto African Wings y, posteriormente, con la Secretaría de la OMA en el marco del proyecto COLIBRI ha cambiado la situación al concienciar sobre la magnitud de las amenazas asociadas a la AG y las lagunas existentes en materia de control.
Los talleres de capacitación sobre el marco regulatorio y los métodos y técnicas para realizar controles, las medidas de capacitación específicas, la disponibilidad de herramientas de comunicación segura y, finalmente, la participación en operaciones de control de alto impacto han permitido establecer un marco más eficaz. Se han aprendido muchas lecciones de las interacciones con administraciones homólogas en otros países de la región, así como en América Latina y Europa.
En particular, las operaciones puntuales han permitido detectar vulnerabilidades en nuestras infraestructuras aeroportuarias y debilidades en nuestro mecanismo de control de aeronaves privadas. Además, nuestros funcionarios han podido familiarizarse con los documentos que deben presentar las tripulaciones de estas aeronaves y han evaluado su capacidad para utilizar la información contenida en ellos. Se ha puesto de manifiesto que muchos funcionarios no realizaban controles de aeronaves privadas, no porque no les gustaran, sino más bien por desconocimiento de las normas en la materia, así como de las técnicas y métodos para realizar los controles, y por miedo a infringir las normas o incumplir las obligaciones.
Desde el lanzamiento del proyecto COLIBRI, el número de controles realizados en vuelos privados con destino a Senegal ha aumentado considerablemente, lo que se ha traducido en decomisos. Además, los controles se han extendido a los aeródromos secundarios, siguiendo el ejemplo de Saly Portudal. Por último, la introducción de módulos de formación sobre controles de aviación general en los programas de formación básica y avanzada es una prueba de esta nueva tendencia dinámica.
Aunque el objetivo principal del Proyecto COLIBRI es el tráfico ilícito, hasta la fecha los controles han descubierto un gran número de delitos fiscales: importación de aeronaves no declaradas, fraudes en admisión temporal y reabastecimiento de combustible.
Los controles de aduanas no sólo se han convertido en parte de las actividades cotidianas de la Administración de Aduanas, sino que también se han vuelto más eficaces gracias a la intensificación de la cooperación y el intercambio de información. Los talleres regionales y las operaciones de alto impacto organizadas en el marco del Proyecto COLIBRI o en el marco de este han servido como una oportunidad para que los participantes establezcan contactos con personas clave.
El proyecto COLIBRI ha promovido la cooperación interinstitucional tanto a nivel nacional como internacional. Por ejemplo, al término de los talleres de la OMA en Senegal, los servicios de control de aduanas y el servicio de control del tráfico aéreo habían establecido un marco para compartir planes de vuelo y permisos de aterrizaje para vuelos privados.
El Geoportal permite traducir este espíritu de cooperación en un intercambio de información específica. Por ejemplo, un usuario de Costa de Marfil había cargado en el Geoportal una "observación" relativa a una aeronave; a pesar de existir motivos serios de sospecha, no había sido posible realizar un control de dicha aeronave debido a que su parada técnica se había retrasado. Como se esperaba que la aeronave llegara a Senegal, los funcionarios de aduanas senegaleses enviaron la consulta pertinente al Geoportal y encontraron esta "observación". Esto dio lugar a un control que, a su vez, permitió descubrir partes de aeronaves que habían entrado en el territorio sin formalidades aduaneras previas.
Toda la información relacionada con los geoportales tiene una vida útil relativamente corta, dada la naturaleza transitoria de las acciones maliciosas vinculadas a este medio de transporte. En este ámbito, más que en ningún otro, "la información es un bien perecedero". El geoportal proporciona un medio de comunicación eficaz en este sentido.
PERSPECTIVA DE MAURICIO V. JÁUREGUI, JEFE DE ADUANAS DE BAHÍA BLANCA, AGENCIA ARGENTINA DE REGULACIÓN Y CONTROL ADUANERO (ARCA)
En un artículo publicado en junio de 2023, la Administración Aduanera Argentina describió cómo cooperaban entre sí los distintos organismos encargados de proteger el territorio del país. Al final del artículo, el autor subrayó la importancia de profundizar también las relaciones interinstitucionales a nivel internacional, haciendo referencia a la participación de la Administración Aduanera en proyectos para promover el trabajo colaborativo internacional y el intercambio activo de información, entre ellos el Proyecto COLIBRI.
Como medio de transporte rápido y discreto, el GA es una herramienta estratégica para transportar sustancias ilegales y evitar los controles fronterizos. Tras reincorporarse al Proyecto COLIBRI en 2019, la Administración Aduanera Argentina identificó rápidamente una serie de problemas, entre ellos, la falta de conocimiento sobre los riesgos asociados a este medio de transporte, la poca experiencia en la realización de controles en aeronaves y la falta de información oficial y de normativas específicas sobre dichos controles.
El tráfico aéreo irregular afecta a varios países y jurisdicciones, y se hizo evidente muy rápidamente que una respuesta eficaz requeriría la participación de los servicios de inteligencia, las fuerzas de seguridad y las autoridades aduaneras de varios países. Es precisamente en esto donde reside la principal fortaleza del Proyecto COLIBRI. Al promover un enfoque multidisciplinario, logra mejorar las sinergias entre los diferentes campos de conocimiento y las capacidades de los organismos participantes, produciendo así una respuesta más eficaz y completa.
Un buen ejemplo de ello es la operación conjunta que Argentina y Uruguay llevaron a cabo en 2022. Gracias al trabajo coordinado de las autoridades aduaneras de ambos países, la Gendarmería Nacional Argentina, la Fuerza Aérea Uruguaya y la Policía Nacional de Uruguay, se logró desmantelar una importante organización criminal especializada en el tráfico de drogas en América del Sur. Esto fue posible gracias al rápido intercambio de información, el análisis de riesgos y el uso de técnicas de investigación innovadoras, todo ello facilitado por la cooperación en el marco del Proyecto COLIBRI y las herramientas puestas a disposición, a saber, el Geoportal, su aplicación móvil y la herramienta de comunicación CENcomm.
Operaciones de alto impacto como la "COLIBRI Rutilant" (enero 2023) han brindado la oportunidad de constatar la efectividad de los mecanismos y métodos de trabajo que se han puesto en marcha, logrando la incautación de grandes cantidades de sustancias ilícitas y aeronaves utilizadas por las redes criminales.
En el marco del Proyecto COLIBRI, las administraciones aduaneras -y sus funcionarios- también desempeñan un papel de coordinación y promoción en sus respectivos países cuando participan en un trabajo colaborativo a nivel internacional.
La implementación del Proyecto COLIBRI ha tenido múltiples impactos en todos los países de la región:
Las medidas de formación y desarrollo de capacidades del Proyecto COLIBRI han permitido sensibilizar a los participantes sobre la gravedad del problema y fomentar una mayor cooperación entre los distintos organismos gubernamentales.
En algunos casos, a partir de la visualización del problema, se inició un proceso con el objetivo de revisar exhaustivamente la normativa vigente en materia de control de GA.
Actualmente se están evaluando los procesos de control existentes con el fin de identificar posibles brechas y proponer mejoras.
Las herramientas tecnológicas puestas a disposición en el marco del Proyecto COLIBRI han revolucionado los procesos de control y han incentivado a los funcionarios a aprender nuevas habilidades.
En relación con este último punto, el uso del Geoportal ha permitido evaluar la magnitud del problema y visualizarlo de manera integral. La geolocalización ha promovido la producción colectiva de conocimiento al facilitar una mejor comprensión de la situación regional y la distribución de las amenazas. Algo que cabe destacar en este sentido es el notable e inspirador uso de esta herramienta informática por parte de la Fuerza Aérea Colombiana para detectar pistas clandestinas en la inaccesible región de la Amazonia.
La cooperación regional en materia de capacitación también se ha intensificado en el marco del Proyecto COLIBRI; por ejemplo, organismos de Argentina, Uruguay y Brasil han participado en medidas conjuntas que les han permitido compartir sus experiencias y prácticas.
Se han desarrollado programas de capacitación especializados que respondan a los desafíos que enfrenta la región en su conjunto y que al mismo tiempo se adapten a las particularidades de cada país. En el caso de la Administración Aduanera Argentina, por ejemplo, se han integrado los programas de capacitación pertinentes en el currículo nacional para los funcionarios de aduanas y fuerzas de seguridad involucradas en el proyecto. Este enfoque ha permitido optimizar recursos y esfuerzos y, al mismo tiempo, potenciar el impacto de las medidas de capacitación, al estandarizar los procedimientos y mejorar la tasa de detección de aeronaves sospechosas.
Otro factor clave para garantizar la sostenibilidad y el impacto del proyecto ha sido la creación de un grupo de expertos formado por funcionarios seleccionados por cada uno de los países participantes, con una gran experiencia y un profundo conocimiento de las particularidades de sus respectivos entornos. Estos expertos se encargan de que los conocimientos adquiridos en el marco de su trabajo conjunto se transfieran a nivel nacional, impartiendo formación y asesoramiento a sus colegas con el fin de reproducir las mejores prácticas y adaptarlas a las necesidades específicas de cada país. Además de garantizar el intercambio de conocimientos, esto supone establecer una red de expertos altamente cualificados y comprometidos.
Otro aspecto de suma importancia que debe destacarse en relación con el Proyecto COLIBRI es la participación de las personas que representan a los fiscales especializados en delitos de drogas. Ellos juegan un papel de vital importancia para garantizar la eficacia y sostenibilidad de la lucha contra el narcotráfico y otras actividades ilícitas. Al garantizar la legalidad de las medidas, fortalecer la coordinación interinstitucional y agilizar los procedimientos judiciales, estas personas contribuyen a hacer más efectiva la persecución penal. Además, su participación promueve la prevención del delito al actuar como un factor disuasivo y garantiza el respeto de los derechos humanos en todas las etapas de la investigación, el procedimiento operativo y el proceso penal posterior.
Es un hecho indiscutible que el Proyecto COLIBRI ha sentado las bases para una cooperación regional más sólida y duradera, necesaria para luchar contra el crimen organizado transnacional. Es de vital importancia seguir invirtiendo en tecnología y capacitación y fortalecer los marcos jurídicos nacionales para garantizar la sostenibilidad de estos esfuerzos y ampliar su alcance a otras regiones del mundo.
Cooperación interinstitucional: el caso de Argentina
15 de junio de 2023 - Por Mauricio Víctor Jáuregui, Jefe de la División de Investigaciones de Narcotráfico 3, Departamento de Narcotráfico, Dirección General de Aduanas, República Argentina
En Argentina, la Aduana, la Gendarmería Nacional, la Prefectura Naval Argentina, la Policía de Seguridad Aeroportuaria y la Policía Federal son los organismos responsables de proteger el territorio del país. La cooperación con estos organismos es fundamental para las Aduanas en territorios remotos donde la seguridad es un problema importante.
En este artículo se explica el marco de colaboración vigente, así como las medidas adoptadas para fortalecer los vínculos y generar confianza entre estos organismos.
LAS ZONAS TRANSFRONTERIZAS SON POLOS DE ATRACCIÓN DE ACTIVIDADES ILÍCITAS
Antes de incorporarme a la Dirección General de Aduanas (DGA) de Argentina, trabajé en distintos sectores relacionados con el comercio internacional, y tenía un buen conocimiento de las prácticas laborales de la amplia variedad de actores involucrados en las operaciones de importación y exportación (compañías navieras, intermediarios, empresas comerciales, organismos privados y públicos). Esto fue sumamente valioso, ya que mi nuevo trabajo consistía en redactar nueva legislación para adaptarse a las necesidades del cambiante entorno comercial, como parte del Departamento de Técnicas de Exportación de la DGA de la Subdirección General Técnico y Jurídica de Aduanas. Sin embargo, pronto me di cuenta de que la legislación no estaba diseñada de una manera que permitiera su implementación efectiva por parte de los funcionarios de Aduanas que atendían las operaciones, y que generaba procedimientos ineficaces que ralentizaban el movimiento de mercaderías. Para ampliar mi perspectiva y adquirir el conocimiento necesario para que la legislación cumpliera con los requisitos operativos, logísticos, estructurales y geográficos en el terreno, decidí solicitar mi traslado a una zona de frontera.
De la noche a la mañana, pasé de trabajar en un escritorio en Buenos Aires a La Quiaca, una pequeña ciudad en el norte de Argentina, en la margen sur del río La Quiaca, frente a la localidad de Villazón, en Bolivia. Comencé mis tareas de control aduanero revisando equipajes en la aduana del Puente Internacional Horacio Guzmán, que separa ambas ciudades. Desde allí, pude ver a muchos individuos cargando bolsos y artículos voluminosos con todo tipo de mercaderías mientras cruzaban el casi inexistente río para evitar el área de control aduanero.
Para frenarlos se habrían necesitado decenas de agentes, pero con poco más de 5.000 agentes para controlar 24 aeropuertos, 63 aduanas, 10 zonas francas y 154 puestos fronterizos, la falta de recursos humanos es una de las limitaciones a las que se enfrenta la Administración.
FRONTERAS FRÁGILES
En La Quiaca, como en muchas otras zonas fronterizas, un gran porcentaje de la población local vive del negocio del contrabando, tratando de evadir el pago de aranceles, impuestos y otros. Algunas zonas de la región también han sido tomadas por organizaciones criminales estructuradas que manejan intrincadas redes logísticas para trasladar mercancías reguladas, prohibidas o peligrosas de manera ilegal. Teniendo en cuenta esta realidad, Aduanas centra sus actividades de control en los almacenes donde se almacenan las mercancías y en las redes de distribución, con el fin de golpear a quienes orquestan el negocio ilícito.
Hay tres regiones específicas que son difíciles y pueden considerarse fronteras frágiles, ya que las aduanas pueden enfrentarse a grupos armados violentos con motivaciones políticas o financieras.
La triple frontera
La Triple Frontera (TBA) entre Argentina, Paraguay y Brasil está formada por tres ciudades: Puerto Iguazú (Argentina), Ciudad del Este (Paraguay) y Foz de Iguazú (Brasil). Las ciudades fronterizas dependen de los ingresos provenientes del turismo generado por las Cataratas del Iguazú, el sistema de cataratas más grande del mundo. Pero también son conocidas por ser importantes rutas de contrabando de mercancías como tabaco, drogas, armas, especies en peligro de extinción, productos falsificados, moneda y seres humanos. La mayoría de los contrabandistas trabajan a pequeña escala, pero también hay empresas criminales más grandes.
La cuestión mapuche
Los mapuches son un grupo de habitantes indígenas del centro-sur de Chile y suroeste de Argentina, incluyendo partes de la Patagonia.
Reclaman autonomía jurisdiccional, recuperación de tierras ancestrales, libertad económico-productiva y reconocimiento de una identidad cultural. En los últimos años, algunos comuneros han desplegado violencia contra la Policía Federal y han confiscado tierras. Los enfrentamientos entre las organizaciones mapuches y las fuerzas de seguridad son constantes, lo que genera un contexto de inseguridad para los agentes de aduanas apostados en los puestos fronterizos de la zona.
Incluso se atribuye a algunas facciones extremistas de estas organizaciones el incendio y la destrucción, entre otras cosas, de medios de transporte y puestos de control gubernamentales.
La Hidrovía Paraná-Paraguay
Los ríos Paraguay y Paraná forman en conjunto un sistema fluvial de 3.400 kilómetros que conecta los puertos fluviales de Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay y Uruguay. Se trata de una vasta región de más de tres millones de kilómetros cuadrados, cuyas aguas superficiales desembocan en el Río de la Plata, y de allí al océano Atlántico. La actividad delictiva y de contrabando es compleja, ya que combina diferentes medios de transporte (agua, tierra y aire), lo que dificulta extraordinariamente la represión. Según la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), la región es una puerta de entrada para el transporte de cocaína que se fabrica en Bolivia y Perú y se destina a los mercados internacionales. El "Informe Mundial sobre Cocaína 2023" de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) también considera a esta vía fluvial como el principal canal de exportación de drogas al mercado de consumo europeo.
EL DESAFÍO DE COORDINARSE CON LAS FUERZAS DE SEGURIDAD
Las especificidades del entorno de cada puesto de control fronterizo (social, económico, geográfico y demográfico) deben determinar cómo se aplican los métodos y procedimientos de control.
En contextos frágiles, la naturaleza y la magnitud del comercio ilícito, el grado de violencia asociado a él, la evolución de las condiciones de trabajo, el grado de infiltración y corrupción de las redes criminales, las limitaciones a las operaciones de aplicación de la ley y otros factores específicos determinan el grado de permeabilidad de nuestras fronteras.
Una vez identificadas las amenazas y determinadas las necesidades, especialmente en lo que se refiere a los equipos y procedimientos a implementar para asegurar la seguridad del personal y las operaciones, la Aduana debe recurrir a las fuerzas de seguridad para coordinar las acciones. En Argentina, estas son la Gendarmería Nacional, la Prefectura Naval Argentina, la Policía de Seguridad Aeroportuaria y la Policía Federal. La Ley N° 18.711 , que estipula las misiones, funciones y competencias correspondientes a la Gendarmería Nacional, la Prefectura Naval Argentina y la Policía Federal, promueve el trabajo conjunto entre estas fuerzas cuando sea necesario.
El Código Aduanero (Ley Nº 22.415) divide el territorio terrestre, acuático y aéreo argentino en múltiples zonas distintas para la aplicación de sus disposiciones de control. A los efectos de este artículo, las más importantes son:
La Zona Primaria Aduanera, donde se aplican reglas especiales para la circulación de personas y el movimiento y disposición de mercancías (por ejemplo, puertos, muelles, aeropuertos, pasos fronterizos y sus instalaciones, almacenes, plazas y demás lugares donde se realicen operaciones aduaneras).
La Zona Aduanera Secundaria (lo que no esté comprendido en la Zona Aduanera Primaria).
La Zona Especial de Vigilancia, que es la franja de territorio de la Zona Aduanera Secundaria ubicada principalmente en los límites terrestres y acuáticos (ríos, lagos, mar, etc.) y sujeta a disposiciones especiales de control.
La Ley Nº 18.711 otorga a las fuerzas de seguridad la función de auxiliares del Servicio Aduanero en el marco de los controles, principalmente en la Zona de Vigilancia Especial y en las Zonas Aduaneras Primarias. En las Zonas Aduaneras Secundarias, las operaciones sensibles como detenciones o allanamientos se realizarán en forma conjunta con ellas. Todos los organismos también colaborarán en las investigaciones y compartirán información de inteligencia.
En esto radica el principal reto que enfrentan nuestras organizaciones: la aplicación de los procedimientos, acciones y facultades que les otorga el Código Aduanero, y su coordinación con las acciones que realizan las fuerzas de seguridad antes mencionadas en sus respectivas jurisdicciones. El primer paso para afrontar este reto es reconocer las fortalezas de nuestras organizaciones, así como sus debilidades.
FORTALEZAS Y DEBILIDADES
La Aduana Argentina forma parte de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), organismo autónomo adscrito al Ministerio de Economía.
Sus principales fortalezas radican en las competencias que le confiere el Código Aduanero (Ley Nº 22.415).
Estos incluyen:
Actuar en todos los espacios terrestres, acuáticos y aéreos sujetos a la soberanía de la Nación Argentina. Por el contrario, las cuatro fuerzas de seguridad mencionadas deberán actuar en sus jurisdicciones territoriales (ver Ley Nº 18.711) y podrán actuar fuera de sus jurisdicciones sólo con autorización del Poder Ejecutivo por razones de orden y seguridad pública, o a requerimiento de la Justicia Federal.
Ejercer sus facultades de control sobre personas y mercancías, en lo que se refiere al tráfico internacional de mercancías. En este contexto, los funcionarios de Aduanas podrán, sin perjuicio de sus demás funciones y atribuciones y sin necesidad de autorización alguna, detener personas y mercancías con miras a su identificación y registro. Podrán, asimismo, adoptar las medidas pertinentes para detener o retener los medios de transporte; inspeccionar, interceptar y decomisar mercancías; y allanar y registrar almacenes, comercios, oficinas, viviendas, domicilios y domicilios, etc. Las fuerzas de seguridad podrán controlar los medios de transporte, mercancías y pasajeros sólo con autorización de la Aduana.
Detener a las personas sospechosas de delito de contrabando, notificándolo inmediatamente a la autoridad judicial competente y poniendo a los detenidos a disposición de ésta dentro de las 48 horas siguientes.
Acceder a información sobre personas físicas y jurídicas registradas en el país a los efectos de investigar delitos y elaborar perfiles de riesgo. Esto incluye información proveniente de los propios registros de la Administración Federal, así como de los distintos registros de propiedad de bienes muebles e inmuebles; de entidades crediticias y financieras; del Banco Central de la República Argentina; de la Dirección Nacional de Migraciones; de la Dirección de Aviación Civil, y de muchas otras instituciones y centros de datos públicos y privados de interés. Tales datos se utilizan para iniciar, profundizar o ampliar investigaciones (actuando como auxiliares de la Justicia); para cotejar información sobre relaciones entre sujetos o empresas sospechosas (familiares, financieras, económicas, compras, ventas, facturación, etc.); para certificar información (domicilios, titularidad, matrículas, movimientos migratorios, etc.); para detectar conductas anormales; y para elaborar informes estadísticos.
La DGA cuenta además con buenas instalaciones, equipamientos como dispositivos de control no intrusivos y agentes altamente calificados. Finalmente, tiene una estructura institucional pequeña y por lo tanto es más ágil y menos burocrática que instituciones de mayor tamaño.
En cuanto a sus debilidades, por ejemplo, la DGA carece de:
- suficientes agentes en las zonas fronterizas,
- capacidad de defensa (es decir, personal armado entrenado en el uso de la fuerza), y
- acceso a datos blandos procedentes principalmente de operaciones de vigilancia e inteligencia (investigaciones de campo, escuchas telefónicas, seguimiento, etc.), realizadas principalmente por las fuerzas de seguridad federales.
Considerar las fortalezas y debilidades de cada agencia es clave para coordinarlas en pos de un objetivo común y aprovechar al máximo los recursos disponibles.
CONSOLIDANDO LAZOS
Las aduanas y los organismos asociados son sistemas sociales integrados por personas. A menudo, los funcionarios desconocen las tareas y obligaciones de sus homólogos, tienen ideas erróneas sobre lo que hacen sus homólogos o sienten que compiten entre sí y quieren atribuirse la propiedad de los resultados. Por lo tanto, es fundamental desarrollar y apoyar el fortalecimiento de las relaciones personales entre funcionarios de diferentes organismos. La Aduana argentina ha adoptado varias medidas para crear vínculos y fomentar la colaboración con los organismos nacionales.
Un ejemplo de ello es la capacitación conjunta, cuyo objetivo es permitir que los agentes de otras fuerzas colaboren en cuestiones relacionadas con la aduana, así como fomentar el debate sobre las formas de afrontar los desafíos, responder a las amenazas e intercambiar información. Por ejemplo, en la Aduana de Neuquén, que se encuentra en la frontera con Chile en la Patagonia, capacitamos a los agentes de policía locales que patrullan las calles y rutas sobre los requisitos documentales para los vehículos chilenos que circulan en Argentina. Un par de días después de la capacitación, el número de automóviles extranjeros ilegales e irregulares descubiertos aumentó exponencialmente.
También capacitamos a los oficiales de la Gendarmería Nacional, que pueden ejercer controles sobre camiones de carga en todas las rutas del país, para que puedan leer documentos de transporte internacional e identificar problemas relacionados con las operaciones de tránsito internacional. Esto se hizo principalmente en la región de la Mesopotamia, en la zona húmeda y verde del noreste argentino donde las operaciones de comercio internacional se utilizan a menudo para ocultar mercaderías y drogas de contrabando. Esto nos permite tener más ojos en el terreno.
Cabe señalar que en algunos de los 150 pasos fronterizos remotos de Argentina, los agentes de aduanas y las fuerzas de seguridad pasan días o semanas trabajando juntos, lo que en definitiva convierte a estos puestos de control en pequeñas comunidades. El objetivo es crear una mayor sinergia y compromiso conjunto en la lucha contra las organizaciones criminales, así como generar confianza y facilitar el intercambio de información e intercambio de experiencias entre los agentes.
Finalmente, se fomentan las interacciones cotidianas formales y/o informales que fortalezcan y profundicen los vínculos interinstitucionales a nivel gerencial, mediante la organización de eventos sociales y ceremonias oficiales (como aniversarios y conmemoraciones). Al fomentar el contacto continuo entre los directivos más jerárquicos de las organizaciones, se espera estimular o mejorar la sinergia mutua.
EL SIGUIENTE PASO: FORTALECER LA COOPERACIÓN INTERINSTITUCIONAL A NIVEL INTERNACIONAL
La cooperación interinstitucional es un proceso que la Aduana Argentina ha asumido y que viene consolidando a nivel nacional. Sin embargo, la lucha contra las organizaciones criminales transnacionales también requiere de la profundización de las relaciones interinstitucionales a nivel internacional. En este sentido, la DGA participa en dos proyectos de la OMA para promover el trabajo colaborativo nacional e internacional y el intercambio activo de información: el Proyecto Colibrí y el Programa de Control de Contenedores (este último cogestionado con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito - UNODC).
También participa en un proyecto liderado por la Procuraduría Nacional de Delitos contra las Drogas (PROCUNAR) de Argentina, que consiste en establecer un Equipo Conjunto de Investigación Internacional entre Argentina y Uruguay. Estos equipos están integrados por fiscales y autoridades encargadas de hacer cumplir la ley y se establecen por un período determinado necesario para concluir con éxito las investigaciones. El proyecto se lleva a cabo con el apoyo del programa CRIMJUST de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.